Sobrevive a un Gran Fondo (II)

 

  1. Preséntate a la línea de salida con los deberes nutricionales bien hechos, durante los días previos a la carrera ingiere los carbohidratos apropiados en cada comida.
  2. Lleva siempre a la carrera al menos dos bidones, uno con agua y otro con bebida isotónica.
  3. Elige una bebida isotónica que contenga entre el 5 y el 8% de carbohidratos, este porcentaje permitirá que su asimilación sea más rápida y eficaz.
  4. Si no sales volando y sobrevives entre el tumulto de ciclistas en la línea de salida, comienza a beber líquido a los treinta minutos de haber iniciado a pedalear.
  5. Comienza a hidratarte después de treinta minutos de haber comenzado a rodar, empieza con el bidón de agua isotónica ya que además de hidratarte te aportará glucosa.
  6. Bebe a razón de 2’5ml por cada kg de peso. Prohibido beber una sola vez más de 300ml porque se retrasará el vaciado gástrico y tu hidratación.
  7. Una vez que comenzaste a beber, hazlo cada quince o veinte minutos, dependiendo de las condiciones de calor y humedad, intensidad del ejercicio y sudoración.
  8. Calcula el número de bidones que necesitas para la rodada dependiendo tu peso. Si pesas 70kg y tienes que beber 175ml cada veinte minutos, en una hora habrás bebido 450ml o lo que es casi un bidón estándar (500ml).
  9. Prefiere bebidas isotónicas que contengan sodio y cloro, electrolitos fundamentales a la hora de regular el balance del agua a nivel corporal.
  10. Acompaña tus bocados de alimentos sólidos con tragos de agua para que se asimilen mejor.

 

La hidratación no sólo es el único factor que debes considerar, checa los consejos de alimentación que te harán llegar a la meta del Gran Fondo en la siguiente liga Planifica tu alimentación en un Gran Fondo (I)