¿Te quedas sin energía justo antes del final?

 

Suponiendo que para nuestra preparación hacemos largas salidas o sesiones de entrenamiento “de fondo”, entonces este problema parecería estar más relacionado con la gestión de nuestra energía. La sabiduría popular nos indica que no hay que “darlo todo” al principio, pero aún así a muchos de nosotros el carácter competitivo nos gana y gastamos más de la cuenta en el primer tramo de la carrera o competencia a la que acudimos.

En competencias o rutas largas, podemos imaginar nuestras fuerzas como las balas de una pistola, es decir, que empezamos con un número de ellas y debemos gestionarlas de forma que no las acabemos antes de llegar hasta el final. Es así de fácil, y difícil. Así pues como habíamos mencionado anteriormente, el problema es probablemente que estamos gastando las balas antes de tiempo. Hay que ir más despacio al principio, es decir, guardando balas para más adelante.

Esto lo podemos hacer basándonos en nuestras sensaciones o también con la ayuda del pulsómetro. Con el pulsómetro hay que hacer algunas pruebas para ver donde se sitúa nuestro umbral anaeróbico en pulsaciones. Este dato hace referencia a la máxima intensidad que podemos aguantar durante una hora a tope. Una vez que conocemos este dato, podemos marcar unas pulsaciones tope de las que no debemos pasar en las primeras subidas. Aunque es un poco variable, solemos recomendar ir entre 10 y 15 pulsaciones por debajo del umbral para guardar balas para las últimas subidas. Además de una correcta gestión de la energía también es de vital importancia dotar al músculo de la gasolina necesaria para retrasar la fatiga. Esto se consigue si durante los dos días previos a la carrera o competencia seguimos una dieta rica en hidratos de carbono. Igualmente, es muy importante que durante esta etapa te mantengas hidratado, ya que esto también contribuirán a retrasar la fatiga.