¿Te molesta el asiento?

 

 

Hay quien sufre los dolores en la parte de apoyo “recomendada”, en los isquiones, lo que  obliga a ponerse de pie cada dos por tres para aliviar el dolor.  El problema seguramente esté relacionado con la forma en que los isquiones están contactando con el asiento, ya que en teoría, la forma de sentarte apoyando en estos huesos es la correcta si pensamos en lo que habitualmente se recomienda, que es precisamente poner la mayoría del peso sobre los isquiones con el objetivo de liberar de presión la zona central/perineo y así evitar molestias de adormecimiento genital.

 

Pero para algunos ciclistas la sensibilidad en esa zona es un poco más elevada de lo normal y es posible que necesiten repartir el peso de forma distinta. Por ejemplo el volante puede que esté demasiado alto o demasiado cerca, haciendo que vayas demasiado erguido sobre la bici. Esta posición erguida puede hacer que apoyes sólo con la parte de atrás de los isquiones. Si bajamos el volante y alargas la potencia, puedes hacer que el punto de contacto del asiento con la pelvis se adelante y así reparta la presión no sólo sobre la punta del isquión sino  también sobre la zona anterior del hueso aunque sin llegar a presionar la zona central.

 

Otra forma de cambiar esta forma de contactar con el asiento sería elevar ligeramente la punta del mismo. Para estos casos, también recomendamos asientos planos, ya que ayudan a apoyar mejor la zona central. Siempre que hablamos de asientos conviene recordar que muchas veces no es cuestión de cambiarlos sino de comprobar que tu posición sobre la bici es la correcta.