Sobrevive a un maratón en baja forma

 

Empiezas a escuchar las típicas frases: “no te preocupes, nos vamos despacio”, “el tiempo da igual, sólo vamos a acabar”, “tú a tu ritmo”, entre otras. Pueden estar cargadas de buenas intenciones, pero lo cierto es que permanecer cinco horas sobre la bici sin estar en forma puede que no sea la mejor idea. Esta situación es relativamente frecuente. Por diversas circunstancias llevamos unas cuantas semanas o incluso meses sin poder salir en bici. El trabajo, la familia o el mal tiempo se pueden juntar para crear esta situación. Aun así, decidimos hacer la dichosa rodada, aunque no estemos nada preparados. Ya no hay vuelta atrás, así que veamos qué podemos hacer para no morir en el intento:

  1. A PASO DE TORTUGA. Sí, es la forma más efectiva de terminar la prueba sin calambres y sin sufrir demasiado. Durante las primeras dos o tres horas debes ir siempre con la sensación de poder ir mucho más rápido.
  2. ¡HASTA LA VISTA! No te dejes llevar por el ritmo de los demás. Permite que te  adelanten. A muchos de ellos seguramente los volverás a ver al final de la carrera.
  3. CON TODO METIDO. En cuanto llegues a subidas duras, la mejor estrategia es no abusar de la relación y subir siempre con cadencias ligeras. Para esto tendrás que usar relaciones cortas, es decir, las estrellas más grandes. No es malo ir desde el principio con la más grande si hay mucha pendiente. Nadie es más hombre por ir con una estrella más pequeña.
  4. LAS BAJADAS SON PARA DESCANSAR. En cuanto llegues a una bajada, no te esfuerces por pedalear mucho. Vas a ganar muy poco tiempo y, en cambio, estarás sumamente desgastado. Es mejor dejarse llevar y aprovechar para descansar un poco las piernas.
  5. LLENO, POR FAVOR. Es importante que empecemos la marcha con la gasolina muscular llena hasta el tope. Esto lo conseguiremos comiendo abundantes hidratos de carbono un día antes. También, con un desayuno a base de pan o cereales entre dos y tres horas antes de la salida.
  6. ¡MÁS MADERA, MÁS COMIDA! Igual que Groucho Marx iba destrozando el tren para alimentar la locomotora, nosotros también debemos ir comiendo en ruta para aportar energía a los músculos que tienen que pedalear. Lo ideal es ingerir algo cada 40 minutos: un plátano, unos higos, unas pasas, un trozo de membrillo, unas galletas, …si hablamos de comida normal. También podemos usar barritas y/o geles deportivos, que son igual de eficaces. De esta forma, nos cansaremos menos.
  7. ¡Y BEBER! La cantidad de agua que debemos reponer depende básicamente del calor/humedad que haya. La recomendación de ingerir líquidos cada 15-20 minutos sí o sí es cuestionada actualmente por la ciencia. Ahora la sugerencia es beber más bien por sensaciones. Y si acaso, en situaciones extremas de calor y/o humedad, aumentar un poco la cantidad. Y mejor que agua, tomar alguna bebida deportiva que nos aporte sodio y algún otro azúcar que nunca viene mal.
  8. ¡ENDÚLZATE! Es muy posible que al final de la marcha aparezcan los desagradables calambres, cuyo origen es la fatiga muscular, no la deshidratación ni la pérdida de sales. Si esto sucede, la mejor estrategia es parar por cinco o 10 minutos y estirar bien los músculos que están acalambrados, beber un poco de agua y comer algo muy rico en azúcares. Los geles están demasiado indicados en estas situaciones.