Sácale provecho a tu pulsómetro

 

Si has decidido comprar tu primer pulsómetro ¡felicidades! Has hecho una excelente inversión, este accesorio te ayudará a controlar entre otros datos la frecuencia cardiaca mientras vas en la bici. Y es que ¿quién no ha mirado de reojo para ver las pulsaciones que lleva el de alado? y sentido la incertidumbre de saber ¿a cuántas vas tú ?

Aprovéchalo al máximo, ¡nosotros te decimos cómo!

1. Antes que todo tenemos que aclarar que la frecuencia cardiaca es muy variable entre ciclistas. Lo que significa que cada uno tenemos zonas de trabajo distintas. No te angusties si el de junto avanza cómodo a 170 pulsaciones, mientras que a ti te parece un ritmo sumamente agotador.

2. Es importante que te realices una prueba de esfuerzo al menos cada 5 años para que un médico te certifique que estás en perfectas condiciones para someterte a las palizas de los fines de semana.

3. La frecuencia cardiaca umbral es un dato de suma importancia, a falta de la prueba de esfuerzo la puedes estimar con tu propia bici.

4. En el pulsómetro podemos controlar la FC umbral, es decir, nuestra máxima frecuencia cardiaca que somos capaces de sostener durante un esfuerzo máximo de una hora aproximadamente.

5. Si te pasas de la FC umbral entrarás en una zona de intensidad muy exigente, la cual seguro no serás capaz de mantener durante muchos minutos. La FC umbral suele situarse al 90% de la FC máxima. 

6. Una vez que conoces tu FC umbral, ya puedes diseñar tus zonas de trabajo:

Zona 1: 50 pulsaciones por debajo del umbral. Entrenamientos de recuperación.

Zona 2: entre 50 y 30 pulsaciones por debajo de umbral: entrenamientos de fondo.

Zona 3: entre 10 y 30 pulsaciones por debajo de umbral: entrenamientos aeróbico intenso.

Zona 4: entre umbral y 10 pulsaciones por debajo: entrenamiento específico de umbral.

Zona 5: por encima del umbral: entrenamiento de potencia aeróbica y metabolismo anaeróbico.