Ruedas electromagnéticas, ¿el dopaje moderno?

 

Después de la detección del primer motor oculto en una bicicleta, en los recientes Mundiales de ciclocross, las especulaciones sobre fraude tecnológico se han desatado en los últimos días. Por ejemplo, La Gazzetta dello Sport publicó una información en la que un ingeniero (El ingeniero “X”, ya que permanece en el anonimato) explicaba: “los dos métodos de dopaje mecánico”; “los motores que se montan en las bicis y las ruedas electromagnéticas”.

Respecto a los dispositivos incluidos en los cuadros, como el que se le localizó a la belga Femke van den Driessche, “se meten en el tubo vertical y se engranan mediante dientes cónicos en el eje del pedal”. “Este motorcito suele tratarse de un cilindro plástico y silencioso, produce de 50 a 500 vatios y se enchufa vía Bluetooth”, argumenta este personaje. Istvan Varjas, otro experto consultado por el periódico L’Équipe, afirmó que su tamaño se reduce al de un stick USB, se esconde incluso en los bujes y se conecta con el pulsómetro de los ciclistas. Sin embargo, la batería dispone de una autonomía limitada. Un motor así, denominado “de primera generación”, costaría 20.000 euros. Los más artesanales o sofisticados, entre 100.000 y 150.000 euros. Una cantidad cercana a los 2-3 millones de pesos.

Porque la fuente de La Gazzetta asegura que “los profesionales prefieren las ruedas electromagnéticas”. “Otro nivel. Aquí tenemos una rueda trasera acelerada por un mecanismo escondido en la llanta, activada con el potenciómetro. Nos situaríamos en 200.000 euros y, aunque origina menos potencia, entre 20 y 60 vatios, se puede cargar con el pedaleo y resulta suficiente para convertir a un corredor normal en un fenómeno”.

Aunque las sospechas comenzaron con “dos insólitas aceleraciones artificiales” de Fabian Cancellara en 2010, en Flandes y Roubaix, el personaje anónimo dice que “el fraude tecnológico existe desde mucho tiempo antes”. Esta semana se revelaron nuevos vídeos de un cambio de bici de Cancellara en Roubaix, se ha señalado a Contador en el Giro y a Hesjedal en la Vuelta, y se han aportado más imágenes de movimientos extraños. Mientras, la Unión Ciclista Internacional (UCI) ha anunciado que incrementará los controles para evitar este tipo de “dopaje tecnológico”.

Checa la infografía que desarrolló el periódico La Gazetta Dello Sport para explicar mejor el funcionamiento de este mecanismo que parece ser el nuevo doping en el ciclismo mundial.