Recupera la motivación

 

Llegará, o no, un momento en el que sientas que por más que sales a rodar y haces tus entrenamientos como están marcados no sientas que existe una progresión en tu condición física o nivel de manejo. Y lo peor que puede pasar es que llegue un compañero tuyo que entrena 1/3 del tiempo que tú (o menos) y que al subirse a la bicicleta te de una batalla de aquellas.

 Antes de que tires la toalla y des por terminada tu pasión ciclista, toma nota de estos 4 puntos que podrán ser de ayuda para que vuelvas a la bicicleta y encuentres las mejoras que tanto has buscado.

1. Analiza tu control. Fíjate bien que tanto contra tienes tú sobre la bicicleta y no al revés. Esto puede ayudar a descartar alguna anomalía en tu técnica que esté mermando tus capacidades.

2. Análisis detallado del entrenamiento. Si diseñaste tu propio plan, el que un experto le eche un vistazo no estaría por demás.

3. Genética. No todos podemos ser maratonistas, al menos no los mejores. Esto se debe a que genéticamente hay gente que ya tiene la predisposición a un cuerpo determinado que puede ser mejor para uno u otro deporte. Esto no quiere decir que no puedas practicarlo o que no puedas llegar a ser bueno, solo que debes de trabajar de manera diferente. Realizarte un test genético para conocer tus condiciones y determinar si eres una persona más inclinada a tener fibras lentas/aeróbicas (maratonistas y grandes deportistas de fondo) o fibras rápidas/anaeróbicas (descenso, sprinters, etc.) hará que no pierdas tiempo con un plan de entrenamiento que no se adecúe a tus necesidades específicas anatómicas.

4. Decídete a perder peso. Si tienes un poco de sobre peso tu rendimiento se verá afectado. Dispónte a perder esos kilos de más; 5 kilos de sobrepeso pueden ser equivalentes a 4 meses de duro entrenamiento. Cuida tu alimentación, recuerda que un atleta se hace en la mesa del comedor.

Foto: Trek