¿Qué tan diferente es rodar con una E-Bike?

Supongamos que estás interesado en comprar una e-bike pero, dado que tu técnica no es muy buena, tienes cierto miedo a las arrancadas. Has leído que algunos motores son muy potentes, y que en algunos momentos el suministro de energía puede ponerte en una situación complicada. Eso te genera dudas.

En efecto una e-bike requiere un período de adaptación a sus reacciones y funciones. Es cierto que durante las primeras experiencias puedes llevarte algún susto, al pedalear a la salida de una curva en un modo de asistencia alto, o en una pendiente muy proninciada.

Todos los motores cuentan con modos de asistencia de diferente intensidad, y recae en el usuario el aprendizaje a jugar con estos modos. Hay alguna marca que permite un ajuste aún más preciso. Hoy por hoy lo “mejor de lo mejor” en ajuste fino, es la aplicación Mission Control, exclusiva de Specialized para sus Levo, que permite modificar diversos parámetros de los motores Brose de sus e-bike Levo, como la potencia que quieres recibir en cada modo de asistencia, la fuerza de entrada, u otras funciones. Por ejemplo, si el modo Turbo te parece muy violento, puedes suavizarlo bajando su potencia del 100% al 80%, de manera que tendrás menos potencia bruta, pero también podrás graduar la progresividad con la que la suministra.

Sea como sea, y como decimos, todas las e-bike del mercado cuentan con diferentes modos de asistencia, así que podrás jugar con esa baza sea cual sea la bici que pruebes o que te compres. Te recomendamos usar modos de asistencia bajos en el momento de iniciar la marcha, e igualmente en las bajadas, para prevenir posibles salidas de curva, pues en ocasiones cuando colocamos el pie para afrontar un giro el motor empuja. Con el tiempo vas a conseguir adaptarte y ya serás capaz de llevar la bici contando con este factor, e incluso jugar con las diferentes posibilidades de los modos de asistencia sin tener ningún miedo.