¿Qué es un «wheelie» y cómo lo hago?

 

Un wheelie o caballito, como lo conocemos algunos, es la suerte de rodar sobre la rueda trasera, levantando la delantera. Mientras más tiempo y distancia sostengamos nuestro caballito, mejor. El objetivo de esta técnica, es librar obstáculos que se nos presenten en el camino. Ya sea una roca, una zanja o incluso un tronco caído.

Para lograr un caballito de manera exitosa, debes tomar en cuenta 3 cosas fundamentales: velocidad, potencia y equilibrio.

Aquí te explico de que se trata cada una de estas.

 

Velocidad
Para hacer un caballito, mientras más lento, mejor. Aquí, la velocidad lo es todo, pues es mas fácil levantar tu rueda delantera a una velocidad mínima o nula. De esta manera, habrá mucho más potencia en tu “pedaleo”, lo que nos lleva al siguiente punto.

 

Potencia
Para que tu rueda delantera logre separarse del suelo, la potencia es la clave. Imagina que eres uno de esos autos de carreras que al momento de arrancar, su punta se levanta por tanta potencia que ejercen las ruedas traseras. El caballito lleva la misma premisa. Sabiendo esto, lo que debes hacer es colocar tu cadena sobre una relación (velocidad) suave. Esto para que al momento de dar el pedalazo, tu potencia sea tanta que la rueda delantera se levante casi por si sola.

 

Equilibrio
Lo siguiente que debes de practicar, es tu equilibrio. Esto es muy importante, pues tomando en cuenta que mientras más lento es mejor, es esencial que puedas mantener un buen equilibrio para que logres reducir la velocidad casi a cero para poder dar ese pedalazo explosivo que levantará tu rueda.

A todo esto debes sumarle el balance que debes tener sobre tu bicicleta. Esto lo menciono porque es igual de importante que los 3 puntos anteriores. El balance será lo que determine por cuanto tiempo y distancia sostendrás tu caballito.

 

Por último, la práctica.
Cuanto más practiques tu caballito, mejor los harás. Pero te adelanto que es una técnica muy tediosa y difícil de aprender y mejorar. Te recomiendo que lo practiques cada vez que tengas oportunidad y sobre todo te enfoques en ir poco a poco para lograr la perfección. Recuerda que la práctica hace al maestro.