Prepara tu mente

Estar físicamente listo no es lo único que importa cuando te embarcas en una aventura o en un entrenamiento. Muchas veces no estás mentalmente listo por agotamiento, estrés, etc. Lo ideal es que tengas un plan para distraerte o para mantenerte motivado y fuerte durante tus salidas. 

 

Aquí te damos 5 consejos que pueden servirte para que sigas pedaleando sin importar los kilómetros que has acumulado o los que te faltan por recorrer.

 

1. Mide diferente. Si sabes que tu rodada es de 130 kilómetros y te cuesta trabajo asimilar este número, cambia las unidades de medida a millas. Así cuando menos lo pienses tendrás más kilómetros recorridos de los que crees. 

 

2. Planifica distracciones. La forma más efectiva es haciendo una playlist que tenga en momentos estratégicos canciones que te inspiren o te gusten más para que las escuches justo cuando vas pasando por esa etapa complicada de la rodada y te den un boost motivacional que te mantenga yendo hacia el frente. 

 

3. Permítete fallar. No todo puede salir a la primera y si no sabes lidiar con el fracaso no podrás seguir avanzando. Crea una regla de los «tres intentos». Por ejemplo, si hay un salto o un descenso técnico al que le tienes un poco de miedo intenta saltar/bajar por ahí 3 veces, si no lo logras a la tercera déjalo pasar y vuelve otro día. Si te quedas ahí intentando e intentando sin lograrlo sólo te cansarás más y tu nivel de desconfianza en ti mismo ira en aumento. Es mejor aprender la lección y regresar más preparado y enfocado la siguiente ocasión. 

 

4. Aprende cuando sí y cuando no. Hay momentos en los que puedes no sentirte con ánimos de entrenar ya sea por cansancio o solamente porque no estás de ánimo. Si es la primera, está bien saltar una sesión cuando la fatiga es real. Todos deben descansar. Pero no dejes un entrenamiento de lado solo por berrinche, aprende a diferenciar entre ambos. Para esto ayuda tener un entrenador o un amigo que te empuje a salir y te suban los ánimos. 

 

5. Utiliza mantras. Los mantras pueden ser palabras que tienen algún poder psicológico o espiritual y pueden tener o no un significado literal o sintáctico. Pega en tu volante o cuadro una lista de palabras que te ayuden a regresar tu mente al entrenamiento y a poner más fuerza cuando se necesite o que te relajen y te hagan pensar en algún aspecto en específico. Por ejemplo, cadencia para saber que debes mantener un paso constante o fuerte, para motivarte a apretar el paso.