Posición de ataque

 

 

La posición de ataque es la posición básica a partir de la cual todas las demás posiciones se derivan y es la primera que debes aprender y dominar. La posición de ataque la consigues parándote en los pedales con las bielas completamente nivelaras (100% paralelas al suelo). 

 

Manejar sentado te da un plus de estabilidad sobre la bicicleta, ya que esta no se moverá mucho debajo de ti pero sacrificas maniobrabilidad cuando manejas de esta manera. Siéntate en terreno suave y plano, pero cuando las cosas se pongan un poco más movidas y tengas que enfrentar obstáculos deberás adoptar la posición de ataque. 

 

La posición de ataque en 4 pasos.

 

1. Utiliza tus brazos. Una vez de pie sobre los pedales debes compensar el peso perdido sobre el asiento en el manubrio. Controla con tus brazos el grado en inclinación de la bicicleta y mueve tus manos de un lado a otro para darle dirección a tu caballo. 

 

2. Suéltate. Mantén tus codos y rodillas flexionales pero relajados. Esto permite que estas articulaciones absorban los impactos del terreno y no sólo se transfieran las vibraciones directamente de la superficie a tu cuerpo. Con esto notarás que es más fácil mantener las llantas adheridas al suelo y mejorará la tracción. Levanta los codos y no permitas que caigan, ya que esto te dará mayor estabilidad y control sobre la bicicleta. 

 

3. Muévete hacia delante y hacia atrás. Haciendo esto consigues poner peso al frente o detrás de la bicicleta dependiendo del objetivo. Intenta mantener toda tu masa corporal sobre los pedales y sólo utilizar el volante para estabilidad. Lo ideal es tener una proporción de 60/40% (detrás y delante respectivamente) en la distribución del peso sobre la bicicleta. Permite que tu cuerpo se adapte al terreno y obstáculos para encontrar la distribución de peso adecuada. No dejes que todo se cargue hacia alguno de los dos lados ya que podrías terminar de espaldas o volar encima del manubrio. Debes mover todo tu cuerpo y no sólo hombros y cadera cuando quieras cambiar la distribución del peso. Intenta primero en secciones no tan peligrosas y ve enfrentando terreno más técnico conforme te vayas sintiendo más cómodo. Utiliza la posición sentada para subidas y largas secciones planas solamente. 

 

4. Separa las rodillas. No metas las rodillas hacia el cuadro y ábrelas un poco. Esto te brindará mejor control en secciones lentas o cuando debas tomar curvas. Abre las rodillas e inclina la bicicleta de un lado a otro intentando mantenerte en línea recta. Notarás que la bici quiere irse hacia donde la inclines pero tu posición no lo permite del todo, esto te da el control a ti y no a tu bicicleta. 

 

Tips

 

  • Nivela tus pedales paralelos al suelo
  • Utiliza tus brazos para mantener el equilibrio
  • Manténte relajado, usa tus brazos y piernas como una suspensión extra
  • Mantén las rodillas un poco abiertas para mejor balance y curveo
  • Baja el cuerpo hacia el frente de la bicicleta cuando necesites mayor control de la dirección