Pedalear ¿sentado o de pie?

 

 

El pedaleo de pie es una forma de aplicar mayor fuerza sobre los pedales que pedaleando sentado, con la herramienta más importante que tenemos para generar fuerza, que no es otra que poner más masa corporal sobre los pedales. Dicho de otro modo, al quitar peso sobre el asiento, la casi totalidad de la masa del cuerpo cae sobre los pedales. Obviamente las manos reposan sobre el volante, pero allí donde la técnica es eficientemente aplicada, las manos apenas reciben presión y se utilizan únicamente para dirigir la trayectoria. 

 

En cada pedalada cae algo más de la mitad de la masa del cuerpo. De hecho, inclinar la bicicleta hacia los lados, es la forma de hacer caer más kilos que el 50% que correspondería a cada pierna. Para identificar esto nada mejor que la posición de aceleración de un sprinter, donde balancea la bici muy violentamente a cada lado buscando el mayor número de kilos corporales en cada pedalada, cada vez más rápido, terminando esta prácticamente vertical cuando la aceleración ha concluido.

 

Más fuerza, mayor gasto

La literatura publicada coincide en que pedalear de pie es más poderoso -obviamente hay más kilos y mayor fuerza y por lo tanto genera superior potencia-. Sin embargo, es unánime que el gasto energético resulta mayor, cosa bastante evidente. Esto coincide con la lógica general donde el ascenso en un puerto se realiza sentado con intervalos de pie para acelerar o, al menos, intentar no decelerar. Asimismo, el sprinter que ya no puede acelerar o mantener la altísima velocidad se acaba sentando debido a lo insostenible del esfuerzo. Por lo tanto, podemos establecer que cuando nos levantamos debemos de hacerlo por un tiempo previsto, que pudiera rondar los 10 a 20 segundos con el objetivo de acelerar o no decelerar aplicando más fuerza que nos permita sentarnos en una situación de velocidad o inercia mejor que antes de levantarnos. Si esto no resulta posible por la pendiente, perder la menor velocidad posible ya es todo un síntoma de éxito.

 

Mucha gente menciona sonados casos de ciclistas que ascienden fundamentalmente de pie y quieren saber el porqué, a lo cual le aplicamos una deducción lógica. El que pedalea más de pie que sentado es porque de esta segunda manera siente que va mal o peor que en pie. Si de pie va mejor que sentado, su condición física es lo suficientemente buena como para mantener un aporte metabólico extra que en principio no procede. En este caso repasaría profundamente la gestión de la entrega de fuerza o el par sentado en busca de algún fallo evidente -generalmente que el vector de fuerza no está bien dirigido o que la técnica de pedaleo es ineficiente-.

 

Dicho esto, se derivan tres instrucciones generales:

 

-El ciclista se levanta para acelerar la velocidad -aplicar más fuerza-. Una vertiente de esto sería impedir una deceleración, provocada por un repecho, por ejemplo.

 

-Intentaremos posicionar en cada pedalada la mayor cantidad de masa y apoyo sobre cada pedal, evitando dejar masa innecesaria en el volante.

 

-La bicicleta ha de ser lateralizada para provocar un vector de fuerza más poderoso y que envíe fuerza antigravitatoria en la mayor magnitud posible.