Nacional de Enduro y Downhill Valle de Bravo

 Texto y foto Gerardo Flores

 

El clima no fue favorable y como muchos se temían. La carrera de Enduro se realizó en condiciones extremadamente difíciles. Por suerte, la lluvia sólo castigó durante la noche, perdonando a los atletas y fans de este deporte. La pista constó de cuatro etapas cronometradas y sus transiciones, que sumaban un total de 19 km en un terreno muy técnico de barro naranja, hojarasca y raíces. Esta exigente pista derribaba a quien perdiera la concentración por tan solo un segundo. El primer lugar se lo llevó el corredor francés Remy Metallier, seguido por Diego Sada en segundo y Adrián Martínez y Charly Smith, compartiendo el tercer puesto. La carrera de Downhill también fue amenazada por las fuertes lluvias.

Por suerte, el día de la competencia el cielo se despejó, lo cual ayudó a secar la pista. Debido a los entrenamientos y la constante humedad de los días anteriores, las líneas más obvias de la pista se fueron agrietando, lo cual dio lugar a profundos canales que hacían casi imposible mantenerse sobre la bicicleta. Como corredor en la categoría elite, les puedo asegurar que jamás había competido en una pista tan resbalosa y rápida como ésta. “El Tío Sam” (nombre de la pista) desafía con una gran cantidad de rampas, peraltes y drops que la hacen un descenso de clase mundial.

La carrera se la llevó Ricardo Peredo, que a sus 20 años se convirtió en campeón nacional de Downhill en su propia tierra. En segundo lugar, Erick Gollaz y Gabriel Sánchez en tercero. El aplauso también fue para los organizadores por haber realizado en su primera edición una competencia de talla internacional disfrutada por más de 230 competidores.