Mochila de hidratación ¿sí o no?

Tal vez tú eres uno de los que las usan. Tal vez ni siquiera te han causado curiosidad.

El punto, a mi parecer como nutriólogo, es interesante, ya que, aunque parezca algo sencillo, a veces es difícil tomar el agua necesaria para rehidratarse, y es muy común que muchos pacientes presenten deshidratación después de rodar. Si terminaron el día con unas cervezas, pues qué les digo: terminan más deshidratados que los frutos secos que llevaron en el jersey.

Es cierto, algunas rutas largas transcurren por lugares donde no encontramos ni una tienda, y para tomar líquidos adecuadamente, tendríamos que llevar más de 3 o 4 botellas, si la ruta pasa de 4 horas. ¿Qué hacemos? ¿Cómo nos hidratamos en esos casos? ¿Necesitas una mochila?

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Casi nunca verás a un pro correr con mochila, pero hay competencias en las que es una excelente opción, como carreras con humedad excesiva, o en las que los abastecimientos estén muy separados o sea impráctico parar por la velocidad.

¿Salidas cortas?
No. En mi opinión, si la salida es corta (1h más o menos), es suficiente con tu ánfora.

Así que ¡a hidratarse bien!