¿Quieres recuperar una bici que tenías en el olvido?

 

La tenías por ahí guardada o aventada en la cochera. No la usabas porque estaba oxidada o la viste en un tiradero de bicicletas por algunos cientos de pesos. Antes de hacer la compra, haz un chequeo general de detalles importantes, como la potencia, la cadena, platos y piñones, llantas y rines.

Si nunca has arreglado una bicicleta, toma fotos para que veas los cambios que hiciste.

Comienza de atrás para adelante. La mejor forma de verificar el funcionamiento de la bici es desde los piñones y llanta trasera. Verifica todos los detalles que puedas y desde el freno hasta la oxidación (si aplica) de los piñones y la cadena.

Haz una lista de todos los elementos y accesorios que necesitas para reemplazar. Comienza con las partes más asequibles económicamente, esto será un impulso para que no dejes de avanzar y trabajar en tu reparación.

Si no logras encontrar la piezas originales de la bicicleta, puedes buscar opciones de segunda mano que estén en buen estado para poder mantenimiento y que las piezas se mantengan en estado óptimo para que puedas utilizar la bicicleta.

Si requieres una gran inversión, por ejemplo, que desees cambiar todo el grupo de la bicicleta, no te recomendamos que lo hagas inmediatamente. Ahorra un poco de dinero y empieza a comprar lo elementos para hacer ese cambio, recuerda que si inviertes más de lo que te costó la bici, ya no es una buena inversión.

No olvides darle mantenimiento especializado. Esto te ayudará a que la bicicleta luzca como nueva, tal vez un retoque de pintura o “una manita de gato” de en el asiento o cinta del manubrio podría ser una buena opción.