Lleva a tu mejor amiga en el avión

 

 

A la hora de reservar el vuelo, es importante informar a la compañía que vamos a viajar con una bicicleta. Este evento constará en el boleto: si no lo hacemos así pueden negarse a transportarla si la bodega de carga está llena. Toma en cuenta que la bicicleta paga facturación de equipaje como una mercancía extraordinaria debido a su volumen, no al peso. El precio suele ser de unos 50 USD por trayecto (nos han cobrado lo mismo en vuelos nacionales e internacionales), pero algunas compañías se hacen de la vista gorda y nos permiten transportar la bici sin costo adicional, como si fuera una maleta. Intenta estar con 2 horas de antelación en el mostrador de sobreventa: así evitarás problemas de documentación con el equipaje y dispondrás del tiempo necesario para documentar la bicicleta.

  • Caja o bolsa

Hay diferentes maneras de guardar la bicicleta pero, si sólo vas a realizar viajes ocasionales, bastará con que pidas en una tienda de bicis una caja de cartón y si se puede pide que te den también los blindajes internos que contienen las bicicletas nuevas. 

 

Paso a paso

Aunque debería ser tan simple como quitar las ruedas y meter la bicicleta en la bolsa o maleta, hay algunas pautas que sería imprescindible seguir, para evitar el deterioro de la misma; imagina el trato que a veces reciben las bicicletas por el personal de carga de los aeropuertos. Esperamos que nuestra experiencia sirva para que no sufras los mismos percances que hemos padecido nosotros mismos en diferentes ocasiones. En caso de tener que comprar bolsa o maleta te aclaramos que los modelos rígidos ofrecen mejor protección y unas buenas ruedas para el transporte; su parte negativa es el elevado peso (incluso vacía) y que no son tan baratas. Por su parte, la bolsa acolchada es más económica, hay que desmontar menos la bici pero ofrecen menor protección y se deterioran con facilidad por el roce, también hay que tomar en cuenta que en algunas maletas rígidas hay que quitar manubrio y asiento.

 

  • Protección máxima

En las tiendas puedes pedir los protectores de plástico con los que guardan algunas ruedas nuevas, de esta manera las aristas del eje no pueden dañar el cuadro.

  • ¡Sin aire!

Aunque la bolsa de la bici lleva compartimentos para las ruedas, es mejor utilizar bolsas individuales también. Nunca debemos olvidar quitar la presión de las ruedas: la bodega de carga no va presurizada como la cabina de un avión y pueden explotar.

  • Punteras a salvo

Con los separadores de plástico que traen de fábrica las tijeras y cuadros podemos proteger las punteras.

  • Cuida la pata de cambio

Para evitar que tras un golpe o al apoyar la bolsa de la bicicleta sobre alguna maleta pesada nos puedan doblar la pata del cambio, es mejor desarmar el desviador trasero: se tarda pocos segundos y evitamos una avería difícil de reparar.

  • Todo sujeto

Ayudados por trapos, cintas o tiras de velcro, inmovilizaremos el cambio trasero y las bielas; de esta manera evitamos que se arañe el cuadro con el pendular del desviador o la cadena.

  • Como mínimo

Con una cubierta vieja, un par de remaches y un trozo de llanta, nos hemos fabricado este protector de platos. Su función es evitar que se doble algún diente del plato grande o que se taladre la bolsa

  • Todo listo

Nosotros siempre colocamos la bicicleta con el manubrio y asiento hacia abajo, metemos las ruedas en sus fundas e introducimos bolsas con ropa para que actúen a modo de amortiguadores.