Las bicicletas triunfadoras de 2014

El calendario UCI World Tour acaba de tocar a su fin, y es hora de echar la vista atrás y analizar una temporada 2014 que, un año más, ha vuelto a ser apasionante. Podríamos atender a los ciclistas que más han ganado este año, o quizá a los equipos que más puntos del World Tour han acumulado, pero en esta ocasión serán protagonistas sus bicicletas.

Para ello nos detendremos en las ocho pruebas más importantes del año, las tres grandes vueltas: Giro d’Italia, Tour de France y Vuelta a España; y los cinco monumentos tradicionales del ciclismo: Milano-Sanremo, Ronde van Vlaanderen, Paris-Roubaix, Liège-Bastogne-Liège e Il Lombardia.

Milano-Sanremo

En la primera gran clásica del año fue una Canyon Ultimate CF montada por el corredor noruego de Katusha Alexander Kristoff la que se impuso. La firma alemana refrendaba su apuesta por el ciclismo profesional y comenzaba una temporada que iba a ser redonda.

Ronde van Vlaanderen

 

La Trek Domane fue la vencedora en la que muchos consideran la mejor y más importante carrera del año. Esta bicicleta pensada específicamente para terrenos escabrosos y repletos de adoquines fue pilotada por Fabian Cancellara, quien conseguía su séptimo monumento del ciclismo a lomos de su bicicleta personalizada con imágenes de ‘Spartacus’.

Paris-Roubaix

El “Infierno del norte” nos dejó de nuevo un gran espectáculo sobre los caminos y carreteras adoquinadas y allí la Specialized Roubaix hizo honor a su nombre. Fue el holandés Niki Terpstra de Omega Pharma-Quick Step el que levantó los brazos en el velódromo de la norteña ciudad francesa.

Liège-Bastogne-Liège

Antes del comienzo de las grandes vueltas se disputó en Bélgica la carrera más antigua del calendario internacional, “la Doyenne”. Allí fue una Scott Addict la que triunfó de la mano del australiano de Orica GreenEdge Simon Gerrans. Era el segundo monumento del ciclismo para la marca estadounidense, que había sido la mejor en Milano-Sanremo 2012.

Giro d’Italia

Durante las tres semanas de ronda italiana hubo una máquina y un hombre que fueron tremendamente superiores. Hablamos de la pareja formada por la Canyon Ultimate CF y Nairo Quintana. Ambos fueron imbatibles en los puertos alpinos, donde el colombiano forjó su primer triunfo en una gran vuelta.

Tour de France

En la carrera más emblemática fue la -quizá- bicicleta más emblemática la que se impuso en los Campos Elíseos de París. La Specialized Tarmac S-Works con detalles especiales del “tiburón” Vincenzo Nibali fue la montura que triunfó en tierras galas, demostrando una vez más las grandes virtudes que atesora.

Vuelta a España

 

Y en la Vuelta a España de nuevo la Tarmac S-Works fue la bicicleta que, con su sensacional jinete Alberto Contador, se enfundó el maillot rojo de vencedor. Un triunfo más para la firma de la “S” rasgada, que de las ocho grandes citas del año, se impuso en tres, incluyendo dos grandes vueltas.

Il Lombardia

Para el último monumento ciclístico del año muchas marcas tenían depositadas grandes esperanzas. Pero solamente una podría salir victoriosa. Fue la Cervelo R-5 acompañada del irlandés Dan Martin la que se llevó la victoria, sumando un año más grandes triunfos en el calendario ciclista profesional.