La guía para principiantes que quieren usar rodillo

 

Con este accesorio muy común entre los triatletas, podrías mejorar ciertos aspectos que en las salidas de fin de semana no puedes hacer. Checa estas recomendaciones para que puedas comenzar y lo hagas como todo un profesional.

Apóyate.
Pon tu rodillo cercano a una banca, pared o soporte. La clave es que puedas apoyarte cuando no logres tener equilibrio o estés por sujetarte del manillar.

Comienza.
En lugar de poner tu bici en el rodillo primero, pon tu bici a un lado y colócate como si fueras a rodar, levanta la llanta trasera y colócala en el rodillo. Luego hazlo con la bici delantera. Sujeta el soporte, siéntate y comienza a pedalear.

Sube la velocidad.
Si pedaleas muy lento, es difícil mantener posición. Encuentra una combinación en la que estés llegando a 80RPM rápido. Mientras incrementas la cadencia, gradualmente sepárate del apoyo que tenías.

Suelta el manillar.
Si sujetas con todo tu peso el manubrio puedes provocar que la llanta se contraiga. En lugar de eso, relájate un poco y sujeta suavemente el metal. Enfócate en el rodillo, porque voltear a otros lados puede dificultar el equilibrio.

Tómalo con calma.
Aprende a hacerlo con pedales plano y no con clips. Esto te permite bajar el pie rápido si lo necesitas. Y entre más te relajas, más suave será tu rodada.

Listo para el reto.
Baja tu ritmo de pedaleo, y cuando sientas que estás perdiendo balance, sujétate del soporte, deja de pedalear y baja ambos pies antes de que subas la pierna para desmontar y evites un accidente.