Hidratación para Ciclistas.

Son algunas preguntas que como ciclistas deberían preocuparnos, en especial si planeamos mantener un ritmo activo, desde un paseo de fin de semana hasta una ruta de mayor dificultad que nos prepare para una competencia.Al día perdemos unos 2,6 litros de agua aproximadamente, y esto depende de la actividad y frecuencia de cada atleta, por lo que el ideal es beber entre 2 y 2,5 litros. Y recordar ingerir también alimentos como caldos, sopas y frutas pues estas podrían aportarnos hasta medio litro de agua. Es imprescindible también el adoptar estas dos reglas en la hidratación:

  1. Hidratarnos antes, durante y después de la actividad física
  2. No esperar a tener sed pues entonces será tarde.

La sed es un síntoma tardío de deshidratación en nuestro organismo y si aparece, podríamos decir que es escaso el tiempo que tenemos para revertir la deshidratación, es por eso que nunca se debe esperar a tener sed para tomar agua. Debes tomar suficiente agua antes de una competencia o entrenamiento, de esta forma aseguraras estar completamente hidratado. Es recomendable beber aproximadamente una cantidad de 500 ml (varía dependiendo las necesidades de cada persona) Entre 30-40 minutos antes de realizar una actividad deportiva.

 

Durante el paseo es preferible beber 100ml aproximadamente cada 15 min. Hay deportes como el running donde se dificulta un poco, sin embargo en la bici podemos llevar nuestra ánfora en un porta ánforas como los de Polar o Camelbak, hay quien prefiere llevar su equipo completo en una mochila de hidratación de esta manera podremos monitorear nuestra hidratación de forma consciente y muy práctica.

El peso que tenemos antes y después de hacer ejercicio físico es clave para saber nuestro nivel de hidratación. Si la báscula nos revela la falta de un kilo al volver del entrenamiento, en realidad son 990 gr de agua y con suerte 10 gr de grasa. Otro factor importante es la temperatura del agua, será más refrescante entre 15 y 20 grados, es preferible que haya poca diferencia con la temperatura corporal. Existe el mito de evitar el agua durante las comidas porque arrastra los nutrientes, pero el agua es más bien un “taxi” para los nutrientes, es un vehículo para que nuestro cuerpo los asimile mejor. De un mínimo de 8 vasos de agua al día, 2 deberían ser durante la comida.