Gajes del oficio: lesiones recurrentes de un biker

 

Cuando practicas ciclismo de manera recurrente en cualquiera de sus diferentes disciplinas estás, de un modo o de otro, expuesto a sufrir alguna lesión. Las posturas, el pedaleo, la velocidad o superficie en que se lleva a cabo, suelen ser factores determinantes al momento de asociar las lesiones con su práctica.

En la larga lista, encontramos desde golpes leves, raspones y quemaduras, hasta torceduras, esguinces, fracturas o luxaciones; como sabes, las lesiones suelen ser muy variadas. Las caídas y los impactos contra el suelo son, en general las causas y, las partes del cuerpo que se ven más afectadas son los hombros, codos, muñecas, costillas, clavículas y cabeza. Otras lesiones frecuentes son las de rodilla o hasta de espalda, debido a rodadas largas con posiciones inadecuadas y la tensión de los brazos sobre el manubrio.

Asimismo, las molestias en ligamentos de tobillos, rodillas y/o muñecas es habitual, debido a la compresión de los nervios.

En porcentaje, el riesgo de accidente o caída durante la práctica del ciclismo es del 10%, lo cual supone un riesgo mayor contra deportes como el futbol o basketball. La buena noticia es que las lesiones asociadas a caídas no siempre son graves y, con reposo, gel analgésico y un buen vendaje, en menos de 10 días puedes estar de vuelta para continuar con tu actividad.

Por último, es importante considerar que existen modalidades con diferentes grados de peligrosidad y al final, el riesgo se reducirá mientras tomes las medidas necesarias para evitar accidentes. Antes de salir a rodar, recuerda realizar el mantenimiento mecánico pertinente de tu bicicleta, no olvides cargar con tu equipo de protección, pon en práctica lo aprendido durante el entrenamiento y utiliza tu sentido común.