¿Frenos sin potencia?

 

 

¿Ya hiciste de todo para que tus frenos funcionen como deberían y nada más no consigues resultados? Seguramente ya has pasado por el proceso de cambiar balatas, limpiar rotores y purgar las líneas. Si todo lo anterior no parece mejorar el funcionamiento de tus frenos, lo más probable es que los pistones sean la causa en esta baja de rendimiento y también haya por ahí una pérdida de líquido de frenos. Esto contamina las balatas y rotores, lo que hace incapaz el hecho de bloquear la rueda. En ocasiones esto es visible, pero en otras el problema se esconde bastante bien aunque deja algunos rastros para detectarlo; suciedad acumulada alrededor de los pistones con un aspecto húmedo es uno de ellos. 

 

Cada vez que frenas los pistones están sujetos a una gran fuerza de torsión cortesía de la rotación del disco, por lo que los retenes están expuestos a un gran estrés. Dependiendo de la marca y modelo de frenos que utilices podrás encontrar retenes de repuesto y cambiarlos tu mismo. Los pistones salen a presión, con aire o con líquido. Cambias las juntas y los vuelves a meter con cuidado, es de suma importancia que entren rectos, Lubrícalos con el mismo líquido de frenos. Después de hacer el cambio de retenes solo falta purgar el sistema nuevamente.