¿En qué importa el grosor del disco?

 

Todos sabemos que elegir un diámetro u otro de freno de disco repercute directamente en aspectos como la potencia de frenada o el peso, sin embargo, la otra “medida” del disco, el grosor, también tiene algo que decir al respecto.

La mayoría de las marcas de discos de freno del mercado se mueven en una recomendación de entre 1,8 y 2 mm. de grosor, aunque la verdad es que existen ligeras diferencias, y eso repercute en un tacto diferente en función del disco que montemos:

  • El freno ofrecerá un tacto más tenso con un disco más grueso, o destenso con uno más fino.
  • Si no quieres modificar el comportamiento de tu freno, te recomendamos montar únicamente componentes originales para evitar variaciones de tacto y potencia de frenada.
  • En este aspecto, hay que tener en cuenta que no todos los discos ofrecen la misma capacidad de frenada, y que son los más ligeros (y ahuecados) los que menos frenan y mayor tendencia tienen a generar ruidos, por su rigidez inferior.
  • Como en muchos otros aspectos de la bici, aquí se trata de llegar a un compromiso entre la ligereza de unos discos más finos o la solidez y eficacia de unos más gruesos, y ese compromiso es algo personal.