En portada: Lorena Garal

Contenido

Si crees que esto es cierto es porque no conoces a las excelentes ciclistas de nuestro país. Hoy te presentamos a Lorena Garal, piloto de coches, motos en distintas disciplinas y, como no podía ser de otra manera, ciclista de montaña.

El paso de Lorena Garal por los deportes de acción viene de tiempo atrás. Habitual practicante de motocross y moto enduro durante varios años, una casualidad la llevó a los nacionales de downhill. “Hacía moto desde muchos años atrás y un día me invitaron a lo que yo pensaba que era ir a ver una carrera de downhill, pero llegando me prestaron una bici, me subieron a la salida y me dijeron: ‘¡Lánzate!’”, nos platica Garal sobre su primera experiencia en bici de montaña. Esa carrera, con una bicicleta con varios años de antigüedad y sin demasiado mantenimiento, resultó en el primer podio de la mexicana. “Después de ganar, me dijeron que había un nacional unas semanas más tarde, que lo hicera a ver cómo me iba. Quedé en tercer lugar, pues como la bici ya tenía varios años rompí la cadena”, relata.

Foto tomada con Huawei P20 Pro

Lorena, motociclista elite, tuvo que voltear a ver otras disciplinas por un episodio un poco desagradable en el mundo de la motocicleta: “Quería irme a competir en motos a Estados Unidos; de hecho, ya tenía todo planeado para viajar, pero de último momento se canceló el campeonato elite femenil y, por lo tanto, tuve que quedarme en México. Fue justo en ese periodo en el que me invitaron a la competencia de downhill en la cual me inicié”, explica. […]

Foto tomada con Huawei P20 Pro

La moto y la bici
Lorena ganó su primera competencia de downhill sin haberse subido antes a una bicicleta del estilo ni haber entrenado para ello. Fue su dominio previo de la moto de enduro y motocross lo que la ayudó a lograr este objetivo. “La técnica de moto y bicicleta es distinta, aunque al principio pensaba que se parecerían; la verdad es que estaba acostumbrada a una máquina mucho más pesada, en la que aceleras con la mano y cambias de marchas en los pies. Aquí los pies ni se mueven, pero lo cierto es que tener el conocimiento y las sensaciones de cómo una máquina artificial (en este caso, mi moto) se desenvolvía en las laderas me ayudó a controlar la bici de descenso”.