El rey de los descensos en montaña

 

Con la bandera de las barras y las estrellas a cuestas, Aaron Gwin ha logrado pasar de ser «uno más», a uno de los mejores “downhilleros” del momento, arrebatándole posiciones a los europeos y neozelandeses que dominan el mundo del Down Hill.

Gwin se subió por primera vez a una bici de BMX cuando tenía apenas 4 años de edad, a los 8 años su habilidad para dominar la técnica y suavidad que requiere esta disciplina lo hizo correr en todas las fechas nacionales en su país.

Tras 8 años de competencia, decidió descansar la bici y cambiarla por el motor. Fue así como debutó en el mundo del motocross hasta que las lesiones lo obligaron a retirarse; sin embargo, su paso por este deporte le heredó la agilidad y el estilo con el que sorprende a propios y extraños en el DH.

Fue hasta los 20 años cuando su amigo Cody Warren lo invitó a correr en las Fontana Winter Series, logrando un sorprendente 3er lugar. Inmediatamente el equipo Yeti lo integró a sus filas y Gwin respondió con importantes victorias en el campeonato nacional de DH. Así fue el comienzo de su carrera de éxito en el descenso en montaña.

En 2011, no le bastó con ganar el título de la Copa del Mundo UCI de MTB, sino que además  batió el récord de mayor victorias en una sola temporada: 5 en total. En 2012 logró terminar el campeonato antes de tiempo con una victoria en la penúltima ronda. Paradójicamente en 2013 tuvo un decepcionante torneo que quiso reivindicar en 2014 con una contundente victoria en Pietermaritzburg (Sudáfrica).

Con una progresión que muchos nos gustaría desarrollar, ha logrado coronarse como uno de los grandes del Down Hill mundial. Además ha logrado ganarse el respeto de todos los aficionados de esta disciplina al demostrar que aunque haya obstáculos en su camino, seguirá luchando hasta conseguir el whip perfecto.