¿El ciclismo estropea tus rodillas?

La rodilla es una de las articulaciones que más carga de trabajo sufre durante el pedaleo por lo que se convierte en una de las lesiones más recurrentes en ciclistas que incluso nos lleva a alejarnos de la bicicleta durante varias semanas.

 

Asiento

 

Un asiento muy bajo crea problemas. El trabajo correcto de la rodilla va en función de la posición exacta del asiento la cual debe permitir la máxima extensión que en una posición neutra debe estar una extensión de 155 a 160 º, y una flexión de 25 a 30º.

Para corregirlo, eleva ligeramente el asiento (hasta 5 mm). Recuerda elevar el manubrio la misma altura para mantener la misma posición y comprobar el retraso del asiento.

 

Calas 

 

Una inadecuada altura de tu asiento no es la única causa que puede desencadenar la temible tendinitis de rodilla, una mala colocación de las calas también puede provocarte molestias.

 

Si ya realizado un análisis biomecánico has cambiado de asiento para poder pedalear lo más cómodo posible pero aún así sigues con dolores en la rodilla, comprueba la colocación de las calas prueba haciendo lo siguiente:

  1. Siéntate sobre una mesa dejando las piernas colgar con naturalidad.
  2. Tus pies deben formar un ángulo recto con las tibias.
  3. Observa su posición y trata que los pies queden en la misma posición cuando estén enganchados a los pedales.

 

Cadencia

Para lograr la cadencia ideal de pedaleo es recomendable que emplees un medidor de cadencia en la bici. Lo ideal es pedalear siempre por encima de las 70 pedaladas por minuto para minimizar la tensión sobre la rodilla, por lo que es indispensable que tu bici disponga de los desarrollos adecuados.