Donde rodar: Mascota

  

Con más de 120 kilómetros de single track, este pueblo se convierte en un destino único para los amantes del ciclismo de montaña. Sus desafiantes rodadas boscosas diseñadas en su mayoría para la modalidad Enduro, te conectan con pequeños pueblos aledaños como Navidad, Yerbabuena, Cimarron y Juanacatlán. En su gran mayoría, las veredas son caminos reales del siglo XVII que hoy han sido restaurados para un mejor aprovechamiento del deporte. Entre una ruta y otra, podrás detenerte a descansar en alguno de estos pueblos, donde sumergirte en la cultura y tradiciones más autenticas de la zona es inevitable. Desde los conocidos antojitos mexicanos y dulces regionales, hasta una fuerte raicilla. Los visitantes normalmente contactan a Mascota Bike, que organiza las rodadas y provee los guías y shuttles hacia los head trails. La comunidad ciclista en este pueblo cada vez es más grande, pues su cercanía con Guadalajara y Puerto Vallarta permite que un gran número de ciclistas nacionales e internacionales visite el área.

Nuestra partida

Temprano por la mañana y después de un ligero desayuno, subimos las bicicletas al shuttle que te lleva hasta el pequeño pueblo de Juanacatlán, al head trail de “El Santito”: un ruta que cruza por tranquilos bosques y arroyos durante la primera parte del recorrido hasta llegar a la última sección con vistas impresionantes, y un par de kilómetros inclinados con switch backs aperaltadas y drops con chicken ways para los menos arriesgados.  

El premio

Terminando “El Santito”, rodamos un par de kilómetros por empedrado, donde cruzamos vistas increíbles, con un descanso en una cascada que baja entre dos enormes rocas a la mitad de la sierra. Después de 5 minutos de pedaleo leve, llegamos al comienzo de “La Misteriosa” una ruta empinada, con secciones técnicas y senderos entre agaves y riachuelos, con vistas panorámicas del Valle de Santa Rosa. Al terminar el descenso de esta ruta, un premio espera: una zona de piedras al lado de un río con piletas de agua cristalinas, rodeado de árboles de guayaba, donde podremos gozar de un tranquilo almuerzo.

 

“A estos trails y escenarios naturales de película, los riders los hemos llamado ‘la Tierra de Nunca Jamás’, porque después de rodar entre caminos mojados, secciones de curvas rítmicas, ‘powder’ y ‘rock gardens’ interminables, al final de esta experiencia nadie querRía volver a casa”.

– Adrián Martínez, “el Sangres”.

 

Déjate fluir

Después de nuestro ambigú, rodaremos un par de kilómetros al pueblo de Cimarrón, famoso por su comida casera, sus pepinos con sal y chile cultivados en la zona. Cimarrón da acceso a una ruta menos demandante y más fluida, 100% singletrack, “La Espinilluda”. Esta ruta, usada por décadas para transportar minerales preciosos desde los pueblos mineros hasta el poblado de Mascota, tiene la característica de tener mucha fluidez, con secciones técnicas divertidas, y terminar en el poblado de La Yerbabuena, famoso por sus fiestas patronales todos los diciembre.

¿Quieres más?

Para el momento que lleguemos a Yerbabuena, ya serán 3 horas desde que comenzamos a rodar, sin embargo, para aquellos que quieren más aventura, podemos extender la rodada haciendo un shuttle de nuevo al poblado de Juanacatlán. Esta vez, tomando la desviación hacia la ruta más avanzada y remota de la zona “La Intrépida”.

Pura adrenalina

Como su nombre lo dice, esta ruta es toda una aventura, mientras nos separamos del camino principal y nos internamos en el bosque, llegamos a una cañada arbolada enorme. Esta zona goza de la ventaja de tener vegetación muy vieja, ya que su orografía, no permite la extracción de la madera. Aquí es donde inicia la verdadera aventura, descendiendo por varios kilómetros, entre árboles enormes, rodando sobre una serie de switchbacks de tierra negra, resbalosa, pero predecible, ideal para derrapones y sentirse como todo un pro. Después de disfrutar esta cañada volando por el sendero, llegamos a la sección no tan divertida “El Viacrucis”, un Hike a Bike de 10 minutos, el cual nos saca de esta cañada en la que hemos venido circulando, y nos lleva al lomo de una colina para conectarnos con el descenso más rápido, largo, técnico y demandante de la zona, con secciones empinadas y resbalosas, tapizadas con hojas de pino y también secciones repletas de rock gardens sorteando desfiladeros. La vegetación y fauna de esta zona son realmente remotas, al punto en que durante uno de nuestros recorridos nos topamos frente a frente con una manada de jabalíes que no sabían si correr pendiente abajo o arriba, o dar vueltas en el mismo lugar esperando teletransportarse. Al final, la tercera opción fue la elegida, lo cual desató un encuentro cercano no muy deseable. La Intrépida, lleva a los ciclistas por condiciones cambiantes, partes empinadas, rápidas, rocas, tierra suave, vistas y antiguos sembradíos, para al final, liberar a los ciclistas, justo en la plaza del poblado de La Yerbabuena, al lado de una pequeña presa, ideal para refrescarse mientras se bebe una sorpresa.