¿Dolor después de rodar?

Existen dos tipos de bikers, los que ya cayeron de la bici y los que están por caer. Aunque en muchas ocasiones no es más que una anécdota con la que podemos reírnos un rato, puede llegar a ser un asunto traumático que nos aleje de la bici por algunas semanas.

 

Si bien es cierto, no podemos evitar las caídas sí podemos protegernos de sus lesiones, por lo que se vuelve indispensable el uso de casco, gafas, guantes, coderas, espalderas y rodilleras; además de una bicicleta correctamente ajustada con frenos tensados, cubiertas en buen estado, una presión correcta y  un manillar adecuadamente apretado.

 

Recuerda que para prevenir lesiones por sobrecarga los estiramientos son importantísimos, ya que los músculos, tendones y ligamentos se vuelven más flexibles. La hidratación y nutrición también juegan un papel importante para reducir los calambres musculares que también pueden desembocar en lesiones.

 

Si aún protegido arriesgaste de más, rebasaste tus límites y te jugaste el físico en tu última rodada y como consecuencia te has inflamado la rodilla ¡no lo tomes a  la ligera! presta atención a esas pequeñas lesiones. A continuación te damos unas pautas que pueden sacarte del paso sin que tengas que detener tus entrenamientos.

 

¿Hay herida?

 

Lo primero que tienes que hacer es limpiarla y desinfectarla, bastará con agua de bidón o de la mochila de hidratación, en cuanto tengas acceso a un botiquín vuélvelo a hacer con agua oxigenada, alcohol o yodo. Si la herida fue profunda, y te encuentras a mitad de rodada,  inmoviliza la zona, trata de pedalear lo menos posible y acude al médico lo más antes posible.