Controla tu velocidad y llega más lejos

 

Tus amigos te han picado y te han convencido para apuntarte a un Maratón de 75 Km pero nunca has pasado de 50 Km y parece que es bastante duro. Tienes miedo de quedarte sin fuerzas y no poder acabar. ¿cómo puedes afrontarlo?

En estos casos, siempre decimos que lo que mata es la velocidad. Cuando afrontamos una carrera que es más dura de lo que solemos hacer, el truco es gestionar muy bien la energía, ya que ésta es limitada. La energía que tenemos en las piernas la debemos ahorrar al máximo para llegar a la meta justo cuando estemos llegando al final del depósito. Esto lo conseguiremos si afrontamos las subidas con especial calma, buscando un ritmo que nos parezca fácil. Debemos tratar de gastar lo mínimo con la idea de reservarnos fuerzas para el final. Por muy despacio que nos parezca que vamos al principio, nos va a compensar cuando lleguemos a los últimos kilómetros todavía con fuerza y energía sin sufrir los temidos calambres.

Debemos centrarnos en nuestras sensaciones, en especial, en el ritmo de nuestra respiración, ya que es un buen indicador de la intensidad a la que vamos. Si notamos que nos cuesta hablar es que estamos yendo demasiado rápido. Cuando estemos llaneando y sean pistas fáciles te ayudará ir pegado a algún grupo, puesto que al quitarte algo de viento te costará menos pedalear. Y en bajada, no vale la pena pedalear si vas a más de 35-40 Km/h.

Es mejor dejarse llevar. Es importante que el día previo a la competencia aumentes los hidratos de carbono de la dieta, es decir, trata de comer y cenar pasta, arroz o patatas asadas en buena cantidad. Igualmente, el desayuno del día de la prueba debe ser a base de cereales o pan en buenas cantidades al menos 2 horas antes de la salida. Y durante la misma, es interesante tratar de comer algo cada 45-60 minutos. Los alimentos más recomendables en ruta son aquellos que nos aporten hidratos de carbono, es decir, frutas, chocolate, barritas energéticas, geles, sándwiches, membrillo…Elige aquello que más te guste. Y por último, la bebida.

 Debes beber en función de lo que te pida el cuerpo. Como es lógico, más cuanto más calor haga. Las bebidas deportivas son recomendables por su composición específica para el deporte. Siguiendo estas recomendaciones seguro que acabas la carrera con buenas sensaciones y con ganas de repetir.