Consejos para rodar durante la lluvia

 

Estar empapado mientras ruedas, sentir los zapatos mojados, pelearte con el casco porque gotea no son las mejores sensaciones cuando vas sobre la bicicleta. Pero de acuerdo a los informes meteorológicos, este año el fenómeno de El Niño será más intenso, lo cual significa que en esta primavera tendrás que lidiar con algunas lluvias (o tormentas) durante la primavera.

 

La preparación es la clave
Si planeas tu rodada será mucho más sencillo que puedas evitar sufrir durante las lluvias. El estado del tiempo siempre cambiará, eso es seguro, pero puedes monitorear el clima para prevenir si tendrás que usar los rompe vientos o no. Usa aplicaciones como Weather Channel para tener una mejor y mayor proyección del clima.
Asegúrate de llevar ropa extra siempre, no importa si no llueve, es mejor que tengas un cambio de ropa a que te arriesgues a truncar la rodada o terminar enfermo por la ropa húmeda.

 

Prospera en la lluvia
Superar una rodada en medio de la lluvia es de esas cosas que te hace ser duro mentalmente. Te hace pensar que fuiste de las pocas personas que no abandonó solo por el clima. Otra forma de lidiar con esto es pensar sobre lo que estás haciendo y compararlo con algo peor. Eso te ayudará a mantenerte motivado y seguir adelante, no importa si es uno o 10 kilómetros más.

 

No seas tonto
Sí, ser duro es importante, pero tampoco se trata de ser el humano más miserable sobre una bici. Si las condiciones no lo permiten, por ejemplo, con tormenta eléctrica; no hay necesidad de arriesgarse. Mejor opta por hacer un entrenamiento en interiores. Mal clima, junto con malas condiciones en la rodada pueden detonar un problema mucho más grave que una gripe leve después de rodar.

 

Piensa el camino
Los expertos coinciden en que la primera hora de lluvia es la más traicionera si estás rodando. Por ejemplo, partículas resbalosas o aceite pueden hacer peligroso tu camino. No hay un manual para evitarlo, pero es mejor que bajes un poco el paso antes de que tengas que terminarlo bajando de la bicicleta de la peor forma que le puede suceder a un ciclista.

 

Llegando a casa, consiente a tu bici y a ti
Una vez que hayas llegado a casa tras tu rodada, date un buen baño caliente y come cosas calientes como una sopa o un caldo de pollo para que tu cuerpo no sufra los efectos del frío y te enfermes. Luego de hacerlo, espera a que el clima mejore un poco o al día siguiente para dejar pulida tu bici y que pueda aguantar otras rodadas en terreno lluvioso y agreste.