Cómo sobrevivir al caos

 

Lo primero que debes hacer es quitarte de encima todos los prejuicios y mitos. Olvídate del “qué dirán“, “me asaltarán“, “accidente seguro“ y todas las maldiciones que uno escucha cuando propone irse en bicicleta al trabajo o a otro destino. Confía en ti y por supuesto en tu buena conducción, en este segundo punto nosotros te echamos la mano.

Mecánica
Lo primero que debes hacer es revisar tu bicicleta. En la ciudad no pedaleas contra otros ciclistas, sino contra el tiempo y el tráfico. Aun así, tener tu bici de “10“ es indispensable.
• Checa tus frenos. Antes de salir, prueba que estén bien ajustados, y si tu bici es nueva, verifica cuál es el delantero y cuál el trasero. Una confusión puede ser muy mala.
• La presión de tus llantas. Es preferible llevarlas bien llenas, pues los baches son más agresivos que la terracería, además nos enfrentaremos a vidrios, clavos y otras “especies urbanas“. En la cara de la llanta viene indicada cuál es la presión máxima.
• Tus cambios bien ajustados. Cuando la cadena salta uno pierde el equilibrio. En la montaña puedes caerte por ello y de un raspón no pasa; en la ciudad lo primero que encontrarás son autos y en el mejor de los casos caer en la banqueta.

Herramienta
Aunque estés rodeado de 8 millones de personas, ten por seguro que si tu bici sufre una avería, nadie se detiene, se baja de su auto y retrasa su junta para ayudarte. Es mejor que lleves una bolsita con toda la herramienta básica.

• Ponchar en la ciudad es más probable que hacerlo en la montaña, “aunque usted no lo crea“. Lleva una cámara, parches, pegamento y espátulas.
• Un juego de llaves allen y una llave española número 10, que es la que saca del apuro para arreglar frenos y desviadores.
• Un troncha cadenas. Si te quedas sin ella, de poco servirá tu bici. Son pequeños y algunos vienen integrados en las “navajas“ multiherramienta.
• Luces y reflejantes. El automovilista reconoce objetos en movimiento. Recuerda que manejan un alto nivel de estrés y que van pensando en su conducción, en los otros autos y tal vez en los peatones. Si ven que se les acerca una luz, seguro reaccionarán. Lleva una blanca adelante y otra roja atrás, entre más grandes, mejor. Además, ponle reflejantes al cuadro de tu bici.

Vestimenta
Viajar en bicicleta no significa que tengas que ir con tu licra, zapatillas y las piernas rasuradas; eso déjalo para los competidores. Con que lleves ropa que te permita pedalear es suficiente.
• Para la oficina. Si puedes llevar una muda para cambiarte al llegar a tu destino, es mejor. Si viajas con traje y corbata, abróchate el saco, con esto evitarás que ambos vuelen. Si usas zapatillas (las que llevan tacón), llévalas en una mochila, al igual que tu bolso de mano, y procura no excederte en tu equipaje; vas al trabajo, no de campamento.
• Para la escuela. Consigue una mochila en la que quepan tus libretas y una muda, de preferencia la playera o camisa, que es la que más se suda. No olvides la torta, para recuperar energía.
• En todos los casos. Llevar un rompevientos impermeable te puede evitar un baño inesperado. Lo mejor es que éste sea de un color llamativo, y mejor aún si lleva reflejante. Si llevas pantalón, asegúrate que la pierna derecha no vaya holgada. Un truco sencillo es meterlo en tu calceta o ponerte una liga, con esto evitas que se enrede en la multiplicación.
• Gafas. Tus ojos son tu nexo con lo que te rodea, si te entra un mosquito, una basurita o agua, estás perdido. Los de mica transparente son los mejores, pues los puedes usar de noche. En caso de tener únicamente oscuros, úsalos aunque sea de noche. Te aseguro que no pierdes tanta visibilidad como ir con los ojos cerrados a causa del viento y el polvo.
• Guantes. Si un raspón en tierra duele, imagínalo ahora sobre concreto. No los olvides.
• Casco. Si no piensas ponértelo, mejor no salgas con tu bicicleta. Aunque vayas a la tiendita de la esquina, recuerda que los accidentes ocurren cuando la distancia entre dos cuerpos se hace nula, así que, qué tan lejos vayas, no tiene nada que ver con la posibilidad de una caída u otro percance. El casco se usa siempre y punto.

Conducción
El principio es básico: Si quieres que te respeten, respeta. Si entras al juego de ver “quién es el más gandaya“, te tengo una mala noticia, llevas las de perder. Unos segundos de espera en el semáforo te pueden salvar la vida, respetar tu carril también. Así que el respeto será nuestra principal herramienta.
• Siempre por la derecha. Sabemos que el lado derecho tiene coladeras abiertas, basura, agua y lo peor que uno se pueda imaginar, pero todo tiene un porqué. Este carril es el más lento y por ahí no rebasan (tanto) los automóviles. Si hay un auto estacionado, cerciórate que no venga otro detrás de ti, rebasa y regresa a tu carril derecho.


• Nunca por la banqueta. Si te molesta que te avienten el coche, no hagas lo mismo con los peatones. Las aceras son para caminar, no las invadas. Si necesitas subir a una, baja antes de tu bici.
• Tus direccionales. Tus brazos serán tus señales para indicar hacia qué lado vas. Si te diriges a la izquierda extiende el brazo en posición de 45 grados, voltea a ver si no viene un auto y luego toma tu nueva dirección. Haz lo mismo hacia el otro lado. Si pasas por un cruce en el que seguirás de frente, levanta el brazo izquierdo (con el derecho frenas la llanta trasera y evitas caer) verticalmente.


• Vuelta a la izquierda. Lo primero que debes hacer es cruzar la calle y detenerte en la esquina. Espera a que la calle sobre la que ibas tenga el semáforo en alto y cruza con el siga del otro sentido (ver gráfica).
• Vuelta a la derecha. Los giros en esta dirección son más sencillos, pues no tendremos que cruzar al otro lado de la calle. No obstante, debemos cuidarnos con los autos. Éstos suelen reducir la velocidad y cerrarse hacia el lado al que van a dar vuelta, y podrían tirarnos u obligarnos a frenar repentinamente. Guarda la distancia y deja que den su vuelta a la derecha.

Precaución
Pedalear en la ciudad es como un juego de video en el que te encontrarás con “obstáculos“ inesperados, pero te aseguro algo, es más divertido que estar frente a una pantalla. Aquí te damos unos “trucos“ para “pasar de nivel“.
• Fíjate en el conductor, no en el auto. El coche puede llevar una dirección, pero la mirada del chofer es la que cuenta, si puedes observar hacia donde mira, podrás saber si te está viendo o no.
• Alumbra al conductor no al camino. Las ciudades, por muy descuidadas que estén, cuentan con la luz de los autos y, en algunas ocasiones, con lámparas. Así que la luz de tu bici no es para distinguir el camino, sino para que te vean los conductores.
• Perro a la vista. Aunque dicen que perro que ladra no muerde, hay algunos que rompen la regla. No entres en pánico, con un grito regresan a su lugar. No hagas giros bruscos, te pueden hacer salir de tu carril. Si el perro insiste, saca tu cantimplora y “regálale“ un poquito de agua. No lo dañarás y tú saldrás ileso.
• Salida de autos. Otro “obstáculo“ a librar son las salidas de autos. Muchas de ellas están escondidas entre arbustos o entre autos estacionados. Esta ubicación le limita la visibilidad a los conductores. Si percibes que un auto está saliendo de la cochera, ábrete con anticipación para que te pueda ver, o frena.
Como dijimos en las líneas anteriores, lo principal es el respeto y la precaución. Aguardar unos segundos en un semáforo nos puede hacer llegar más rápido de lo que podríamos imaginar. Además, por más que uno frene en la bicicleta, no se compara con los interminables minutos que los autos se pueden perder estancados un día de tráfico.