¿Cómo saber en qué estados está mi cassete?

 

¡Aunque acabes de comprarte tu bici! No, el casete que trae tu bici nueva no tiene los dientes mellados ni gastados ni nada por el estilo. Esas formas, con algunos más rebajados que otros en las esquinas, otros semi-doblados, y otros, en apariencia, desgastados no responde a otra razón que la necesidad de un tallado especial para favorecer la transición o salto de la cadena de una corona a otra. 

Como se puede apreciar en el gráfico, en un casete sin tallado la cadena necesita un giro mayor para cambiar completamente de corona, aparte de que la cadena no encaja completamente hasta que toda ella se encuentra en la corona de destino. En los casetes con un correcto tallado, la cadena salta rápidamente y, al producirse una suave transición, engrana perfectamente desde que comienza a entrar en la corona de destino. 

Indudablemente los mejores sistemas son el Hyperglide y el PowerGlide II. Ambos son muy similares, con rampas y dientes perfilados muy parecidos, pero el sistema original y que mantiene una ligera ventaja en funcionamiento es el de Shimano. El PoweGlide de SRAM se parecía «sospechosamente» al Hyperglide de Shimano, lo que les costó varios pleitos con los nipones hasta conseguir la versión actual. 

 

¿Y CÓMO SÉ SI MI CASETE USADO AÚN «AGUANTA»? 

Lo verás en la inclinación de cada diente, que se irá pareciendo cada vez más a una «ola», y, si lo «dejas» mucho tiempo, el pedaleo se irá acompañando de más fricción y llegará a «saltar» la cadena cuando hagas fuerza. En cualquier caso, al final lo que sale más «a cuenta» es cambiar la cadena cada 1.500-2.000 km para que no le de tiempo a estirarse lo suficiente como para empezar a desgastar prematuramente el casete. Si lo haces así, te puede durar hasta tres cambios de cadena; si no, tendrás que cambiarlo todo de una vez.