¡La leche es buena para los ciclistas!

Al concluir un entrenamiento   el cuerpo entra en  un estado catabólico (estado de degradación proteica y daño muscular). Sin embargo, una pronta y adecuada alimentación puede revertir este estado y transformarlo en un estado anabólico que permita mejorar las adaptaciones al entrenamiento, al asegurar una rápida y eficiente reposición de los sustratos energéticos utilizados durante el ejercicio y potencializando la reparación de las fibras musculares al frenar la degradación proteica .

Al finalizar el ejercicio, el músculo presenta una mayor sensibilidad a la insulina. Esta hormona,  aumenta la captación de aminoácidos por parte del músculo, lo que favorece  la síntesis proteica y  reduce la degradación muscular. Por lo tanto, conseguir elevar los niveles de insulina inmediatamente después de la actividad a través del consumo de alimentos,  será la clave para limitar el daño muscular producido por el ejercicio ,  alimentos como la leche de vaca son  una buena  opción  por su excelente balance entre los hidratos de carbono y las proteínas.

Estudios científicos demuestran que el consumo de proteínas a base de leche aumenta en mayor medida el crecimiento y reparación de las fibras musculares  por su  gran  aporte de calcio, fósforo, magnesio y vitaminas B2, A y D adema de que  promueve el mantenimiento de la masa muscular y las ganancias de fibras musculares, pero si además el consumo de proteínas de la leche después del ejercicio de resistencia  se realiza por tiempo prolongado, es más probable que el deportista tenga una mayor masa magra lo que siempre se traduce en más fuerza y potencia.