Carbohidratos: ¿realmente engordan a un ciclista?

 

 

A una persona que anda en bicicleta con cierta regularidad los carbohidratos no le engordan salvo que cometa grandes excesos. Los carbohidratos hacen ganar peso a la gente sedentaria ya que si el cuerpo no necesita glucosa para producir energía el glucógeno se almacena y en último término se transforma en una forma más eficiente de almacenamiento que es la grasa. Salvo en los momentos de carga en los días previos a una prueba o tras finalizar un ejercicio intenso, la cantidad recomendada para el mantenimiento de los depósitos de glucógeno está comprendida entre 6 y 9 g/kg de peso. Lo que serían entre 350 y 450 gramos al día. El problema ocurre cuando  los carbohidratos escogidos no son los adecuados por utilización incorrecta de su índice glucémico.

 

Al comer hidratos de carbono, los niveles de glucosa en sangre van elevándose progresivamente durante su digestión. El páncreas segregará insulina en función de la cantidad de glucosa detectada en sangre. Si el aumento de glucosa es muy importante, el pico de insulina es muy elevado. Al no poder quemarse toda la glucosa comenzará la transformación de glucosa en ácidos grasos y posteriormente en triglicéridos, lo que ocurre al tomar carbohidratos de alto índice glucémico en una cantidad inadecuada. Además el pico de insulina provocará, por efecto rebote, que posteriormente el azúcar se sitúe en valores muy bajos, pudiendo darse una situación de hipoglucemia (bajos niveles de azúcar en sangre). Sin embargo, con los hidratos de bajo y moderado índice glucémico, no existen grandes oscilaciones de insulina. Al no existir un exceso de glucosa en sangre no será necesaria su transformación en grasa.