Cámbiate a Tubeless

 Primero tendrás que desmontar la llanta despegando de las orillas para poder extraer sin herramientas  si te es difícil puedes ayudarte con unas espátulas de plástico, de manera que no se dañe el aro pues esto podría disminuir la  capacidad de sellado.

Limpiaremos la parte interna del rin y la orilla de la llanta con un trapo humedecido en alcohol para eliminar todo tipo de suciedad y grasa que pudiera  no hacer funcionar correctamente el sellador entre estas partes.

Para colocar el líquido sellador tendremos que montar un extremo de la llanta  y aplicar sellador con la medida que el fabricante recomiende, puedes usar una jeringa grande, así controlarás bien la cantidad ideal, no utilices menos de lo recomendado pues si tu intención es ahorrar después te puede salir mas caro. Una vez puesta completamente la llanta podremos hacer una solución con agua y jabón y aplicarla en la orilla de la llanta con un atomizador pues cuando éste seque ayudará a mantener esta unión.

Tendremos que utilizar una compresora para poder inflar a una presión alta, se escuchará un sonido característico como si se ponchara,  esto es normal ya que la llanta se está acomodando a la superficie del rin, si intentas usar  una bomba manual resulta muy difícil poder inflar ya que el aire escapa por las orillas.

Por último giraremos la llanta para que el líquido sea distribuido por toda la parte interna y selle cualquier posible fuga de aire. 

*Recuerda* es necesario cambiar el líquido de tus llantas tubeless cada cierto tiempo pues el líquido no es eterno y tiende a secarse y pierde capacidad de sellado.