Bebidas energéticas.

 

 

 El término mas adecuado sería bebidas “estimulantes” más que “energizantes”, debido a que muchas son parecidas a los refrescos con gas, añadiendo vitaminas, sales minerales, cafeína y otras sustancias como taurina o inositol. La composición de muchas de ellas tienen más acción farmacológica de tipo estimulante y no aportan al cuerpo un contenido calórico suficiente. Teniendo en cuenta su alto porcentaje de carbohidratos debes valorar que al ingerirlas antes o durante el ejercicio retardarás el vaciado del estómago y la posterior absorción intestinal.

 

 No hay justificación nutricional para su uso, ni como reemplazo de líquidos y electrolitos. Por el contrario, pueden causar la adicción de cafeína y ésta puede causar un efecto farmacológico, que según su concentración puede ser un estimulante. En general no existe una bebida ideal que satisfaga las demandas de todas las modalidades del ciclismo  y que sea bien tolerada por todos los ciclistas, por lo que cada deportista necesita una bebida y una concentración determinada que se adapte bien a sus demandas y lo más importante, que sea de su gusto.

 

Los estudios indican que la mayoría de los ciclistas prefieren las bebidas frías y ligeramente azucaradas. Las bebidas deportivas preparadas pueden diluirse con agua para adaptar su sabor y su tolerancia digestiva a cada individuo.

 Cuanto mejor sepa la bebida más probable será que la ingieras voluntariamente. Dentro de las bebidas energéticas hay grandes diferencias entre unas marcas y otras dependiendo los contenidos que tengan. Algunas bebidas pueden alterar las horas de sueño temporalmente y deben tener cuidado con ellas personas con diabetes, e hipertensión.

 

 Ante todo hay que tener moderación en el consumo de estas bebidas y dejar claro cuáles son acordes con la actividad y la situación. Lee cuidadosamente la etiqueta y algo muy importante es que consultes con tu doctor, si es que consumes algún medicamento