Barras energéticas ¿sí o no?
Cuando estás entrenando la mayor parte de la energía que ocupas para pedalear proviene de la glucosa, que a su vez viene de los carbohidratos que ingieres y que tu organismo almacena en forma de glucógeno en los músculos e hígado. La glucosa hace que puedas pedalear a una buena intensidad. Cuando llevas más de dos horas de ejercicio físico a buen ritmo, o tres horas a una intensidad media, empezaras a sentir una fatiga que te hará bajar el ritmo. La causa fundamental de esta fatiga es que has consumido todo el glucógeno almacenado y los músculos ya no pueden trabajar a pleno rendimiento. A partir de ese instante se empieza a utilizar más la grasa como fuente energética, y las grasas sólo sirven para mantener un ritmo medio-bajo.
la razón principal por la que debes comer algo mientras andas arriba de la bici es para retrasar este cansancio. Siempre enfocándote en alimentos ricos en carbohidratos.
Aquí ya comienzas a separar unas barritas de otras, mientras más porcentaje de carbohidratos (por cada 100 gramos), más gas te aportará. Casi todas las barras tienen entre un 60-75%. No obstante, no dejes de ver el porcentaje de grasa que tienen; mientras menos sea la cantidad de grasa las podrás asimilar mejor y más rápido, esto significa tener energía más pronto. Hay barritas que sólo tienen 3% de grasa y otras que llegan hasta el 25%.
También toma en cuenta el sabor y si son muy secas. A fin de cuentas te debe de gustar y no tiene porque ser algo que sufras; por el contrario, es un premio. Deben de ser fáciles de masticar y tragar. Lo malo de las barritas energéticas es que suelen ser caras, no muy digeribles y tienen un sabor bastante artificial.
La alternativa natural por si nada más no te pasan las barras pueden ser: un par de plátano, un par de manzanas o un sandwich integral de mermelada. Por último, recuerda que la cantidad adecuada de carbohidratos que debes tomar es de 50-60 gramos por cada hora de ejercicio, ya sea en forma de bebida energética, alimentos sólidos o combinando ambos.
