Aprende a saltar con tu bici de montaña

Saltar con la bici es de esas habilidades que lo mejor es aprenderlas desde pequeño, y no es que luego no se puedan aprender, ni mucho menos, lo que ocurre es que a partir de ciertas edades no solo te va a tocar luchar con tu forma física sino que tendrás que enfrentarte, sobre todo, a tu cabeza que te va a decir que no. El instinto de protección está ahí, y lo tienes por algo, pero a veces hay que salir un poquito de la zona de confort, con precaución, para que tu instinto se dé cuenta de que está equivocado.

 

Cuando intuyes el peligro te quedas ‘tieso’ y ahí es donde puede venir la caída. Te damos unos tips para que saltes sin problemas y empieces a soltarte de forma progresiva.

 Controla siempre la rueda delantera, aunque no sea necesario tira del manubrio activamente hacia arriba para dirigir el movimiento.

 Siempre en pie sobre los pedales.

 Para empezar usa protecciones, al menos coderas y rodilleras.

 Baja el asiento para ganar estabilidad. Estarás acercando el centro de gravedad al suelo y tendrás más movilidad y espacio libre en la zona comprendida entre el asiento y el manubrio.

 Empieza siendo conservador, no tiene sentido que “desconectes tu cabeza” e intentes hacer un salto grande sin haber hecho algún salto fácil y pequeño previamente con éxito.

 

Hay tantos tipos de saltos como ubicaciones diferentes relativas del punto de despegue y la zona de aterrizaje o recepción. Para no complicarlo mucho veremos las dos situaciones más comunes:

 

1. Punto de despegue más bajo que el área de recepción

Hay una rampa o zona de terreno ascendente que te impulsa hacia arriba, sobre todo si llevas una velocidad elevada.

Empieza recorriendo la rampa a una velocidad lenta, dejándote llevar sin saltar para reconocer el terreno.

» Pasa un poco más rápido cada vez hasta que veas que la rampa te propulsa ligeramente y las ruedas quieren despegar. En esa velocidad límite te puedes plantear empezar a saltar.

» A la velocidad anterior, cuando la rueda delantera llega a la parte alta de la rampa, pero no antes, tienes que dar un fuerte tirón del manubrio hacia arriba, es una de las claves, al tirar estás dirigiendo tú el movimiento y tendrás más estabilidad.

» Las piernas tienen que estar relajadas pero con cierta tensión, no ‘muertas’.

» Al aterrizar flexiona tanto los codos como las rodillas, para que funcionen como amortiguadores.

 

 

2. Punto de despegue más alto que la zona de recepción

Como en los saltos tipo cortado o escalón hacia abajo (drops). No hay impulsión por parte del terreno y la técnica es más sencilla, de hecho en los escalones más pequeños no hay que hacer…nada. La bicicleta nos lleva con su inercia y el efecto giroscópico de sus ruedas, que estabiliza.

 Lo más importante es desplazar atrás el peso para evitar caerse por delante, de forma similar a lo que tienes que hacer cuando bajas una pendiente muy empinada.

» Deja de pedalear varios metros antes de llegar al salto, coloca los pedales horizontales y lleva la cadera atrás dejando pasar el asiento entre las piernas.

» Puedes aterrizar con la rueda delantera o con las dos.

En caso de que sea un escalón algo más alto es mejor aterrizar con la rueda trasera.