Ajusta tus frenos fácil y rápido

1  Nunca aprietes mucho tus palancas de freno a la argolla, ya que, en caso de caída, es un punto muy vulnerable y puede romperse. Ésta ha de estar bien fija, pero sin pasarnos para que la maneta se “desplace” en la argolla en lugar de quedarse fija en caso de caída.

 

 2  El alcance de la maneta es fundamental para conseguir una buena ergonomía. Se trata de alejar o acercar la palanca al puño de la misma; un biker con manos  grandes deberá separar la palanca de la argolla, mientras que uno con manos pequeñas necesita que la palanca esté más cerca. Vamos a ver cómo efectuar una adaptación, según las distintas marcas. En este caso se trata de una Shimano con ajuste manual: debemos localizar la ruedecilla de ajuste, fíjate en la foto.

 

 3  Si giramos  este pequeño dispositivo en sentido contrario de las manecillas del reloj, alejamos la palanca de la argolla.

 

 4  Si la operación es en sentido del reloj, acercamos la incorporación de la palanca a la argolla; el ajuste ideal es que la palanca quede de forma que el dedo índice ejerza presión sobre ella, sin tener que hacer algún movimiento raro con la mano, ni de extensión ni compresión. El dedo debe caer de manera natural.

 

 5  En la mayoría de los frenos, este ajuste se realiza con una llave Allen en un tornillo junto a la incorporación de la palanca; según el fabricante, lo haremos con una de 3, 2.5 o 2 mm.

 

 6  Algunos tienen como fórmula  también una ruedecilla de ajuste manual, posicionada en el frontal de la maneta.

 

 7  En modelos como Avid, igualmente podemos jugar con el tamaño de la cámara del hidráulico, para conseguir mayor potencia de frenado. Shimano también dispone de un sistema similar llamado Servo Wave. Este ajuste no modifica la separación de los pistones de la pinza de freno.

 

 8 Unas pastillas gastadas, nos pueden transmitir la sensación de tener que  desechar los frenos. Antes de hacerlo, asegúrate del estado de tus pastillas.

 

 9  Si tienes que cambiar tus pastillas, existen distintos compuestos con base en el clima, eficiencia de frenado, etc. Comprueba que las nuevas sean específicas para tus frenos.

 

 10  Si tus frenos suenan en exceso, debes limpiarlos con un producto especial. Si con todo y esto siguen haciendo ruido, tal vez tus pastillas estén contaminadas, en cuyo caso deberás sustituirlas y volver a limpiar los discos.

 

 

 11  A la hora de viajar o cambiar los frenos, utiliza separadores determinados para la marca y modelo de los mismos, ya que no todos son iguales.