6 pasos para enseñar a tus hijos a andar en montaña

 

 

  1. Giro con derrape. Utiliza un cono o una piedra para marcar donde deben derrapar. Si no saben derrapar sólo tienen que bajar la cuesta, quitar del pedal el pie del lado al que van a girar, torcer al llegar al cono y justo después bloquear el freno trasero: el derrape sale solo.
  2. Caballitos. Pon una marca en el suelo o un pequeño obstáculo (palo, tabique, etc.). Tiene que pasar por encima sin tocarlo con la rueda delantera. Explícale que hay que jalar fuerte del volante a la vez que se echan hacia atrás.
  3. Saltos. Suele motivarlos mucho saltar, cualquier imperfección en el terreno puede servir. Si no encuentras saltos, construye uno con una tabla ancha y unas piedras grandes debajo. Al principio debe tener una altura tal que el niño pueda pasar rodando sin que las bielas o pedales choquen con la rampa, sin saltar nada. Asegura recordarles que la posición de los pies debe ser uno delante y otro detrás, el que sea que les acomode, pero nunca uno arriba y otro abajo.
  4. Paso estrecho. Usando cualquier cosa para delimita un camino estrecho para que vayan aprendiendo a controlar la trayectoria recta. Diles que pasen despacio, luego más deprisa y también que cambien de ir sentados a pasar la zona en pie sobre los pedales.
  5. Endo o Stoppie. Cuidado con este ejercicio, que puede que algún niño se vaya de boca, se recomienda que haya dos adultos en el punto de levantamiento de la rueda, para agarrar al pequeño si se cae hacia delante.
  6. Carreras lentas. El mecanismo es sencillo: gana el que llega último a la meta. Para que sea más estimulante y divertida la carrera marca varios carriles. No se puede salir del carril: el que sale o apoya un pie en el suelo tiene que avanzar tres pasos. Es mejor impulsarse con medias pedaladas porque yendo muy despacio cuando un pedal está arriba y el otro abajo es fácil perder el equilibrio.

 

Quizá después de un tiempo logres que tus hijos sean así de buenos