2do Heat Nacional de Downhill

Nos habían contado de las maravillas de esta locación, pero en realidad hace falta estar ahí para poder apreciar todo lo que te ofrece SAMAO, como también es conocido este municipio del estado de Nayarit.

La laguna encantada de un azul intenso le da un extra muy importante al paisaje que estamos acostumbrados a ver los downhilleros, donde normalmente sólo los cerros predominan. Aquí, después de una calurosa tarde de duros entrenamientos puedes recompensar a tu cuerpo con un chapuzón en la laguna y después cenar delicioso en alguno de los restaurantes que se encuentran a orillas de la misma.

La pista fue demandante en todo sentido, pero lo que más le complicó la vida a los riders en esta ocasión no fueron saltos ni drops de enormes proporciones, sino 3 «descolgones» fundamentales repartidos a lo largo de la pista. Estas bajadas tenían una inclinación bastante considerable, la tierra totalmente seca y los cientos de pasadas que ya tenía la pista hicieron que las líneas poco a poco se fueran perdiendo y sólo con un sobrante de habilidad se podían sortear estos técnicos descensos. Aquí es donde se separaban los mejores del resto y claramente se vio en los tiempos. Aquellos con el mejor control de los frenos en estas secciones lograron detener el cronómetro cerca de los 3 minutos y aquellos que tuvieron una bajada de ensueño, incluso, lograron bajar los 3 minutos en pista.

La pista era bastante segura, a pesar de su complicación técnica no tenía un punto en donde sentías que podías morir. Claro, siempre hay partes más escarpadas que otras y donde los accidentes pueden ocurrir con mayor facilidad pero se agradece que no se pongan secciones «de vida o muerte» en la pista. Todo el trazado tenía la debida «chicken line» para aquellos menos temerarios y eso hacía rodable la pista para el 100% de los participantes.